La discusión en torno al Fobaproa volvió a encender los ánimos en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, provocando un enfrentamiento directo entre el diputado priista Rubén Moreira y el senador morenista Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva.
Durante la sesión, Moreira protestó airadamente por lo que consideró una asignación inequitativa de los tiempos de intervención en la agenda política, que otorgaba 10 minutos a Morena y solo cinco a los otros grupos parlamentarios. “Fascista, fascista…”, gritó desde su escaño cuando le fue cortado el micrófono. Fernández Noroña replicó de inmediato: “Será el sereno, pero el tema es la agenda política del Fobaproa”.
El priista aprovechó el momento para proponer discutir otros temas, como el caso “Teuchitlán”, en Jalisco, lo que fue rechazado por el senador morenista, quien acusó a Moreira de querer colar asuntos ajenos “por la puerta trasera”.
Desde tribuna, la diputada morenista Dolores Padierna revivió el origen del Fobaproa, señalando que el 12 de diciembre de 1998 se cometió “el fraude más grande de la historia de México”, al convertir las deudas privadas de banqueros en una deuda pública que, según dijo, duplicó su peso en el Producto Interno Bruto.
Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, intervino para defender la práctica parlamentaria de conceder 10 minutos por intervención en agenda política. Más tarde, Rubén Moreira volvió a tribuna para lanzar una crítica directa al gobierno actual: “En lo que endeudó Andrés Manuel López Obrador caben siete Fobaproas. No me lo crean a mí, lo dice el Banco de México”.
Respondió además a una pregunta del panista José Íñiguez asegurando que su bancada ha propuesto en varias ocasiones revaluar el Fobaproa y eliminar los 50 o 60 mil millones de pesos que se destinan anualmente a su pago.
El priista cerró acusando que el tema del Fobaproa se ha usado como “gran distractor” para evitar discutir otros asuntos, como la tragedia de la Línea 12 del Metro, la “ley censura” y la falta de vacunas para más de 800 mil niños.
En un último intercambio, Moreira acusó censura por parte de Fernández Noroña tras la desactivación de su micrófono: “Voy a tener que traer mi propio micrófono, mi campana y mi megáfono, como usted lo hacía cuando era diputado”, ironizó, antes de abandonar el recinto.