La próxima elección judicial en México, que comenzará en 2025 y concluirá en 2027, se perfila como un evento histórico tanto a nivel nacional como mundial. Este proceso marcará la primera vez en la historia que una nación elige a todos sus jueces, magistrados y ministros federales y locales mediante el voto ciudadano.
Retos principales
- Fomentar la participación ciudadana
- Según el magistrado Felipe de la Mata Pizaña, el mayor desafío será motivar al electorado.
- La experiencia en Bolivia, donde se celebran elecciones judiciales con voto obligatorio, demuestra que estas tienen la participación más baja en comparación con otras elecciones.
- Lograr una participación comparable a elecciones tradicionales será fundamental para legitimar este ejercicio.
- Establecer precedentes democráticos
- La magistrada Janine Otálora Malassis subrayó la importancia de este proceso para fijar criterios jurídicos y electorales que guiarán las futuras elecciones judiciales, incluyendo la prevista en 2027.
- Este evento también fomentará la reforma de poderes judiciales locales, lo que impactará la estructura del Poder Judicial en el país.
- Fiscalización y cumplimiento normativo
- Los magistrados deberán enfrentar desafíos relacionados con la fiscalización de campañas y los actos anticipados de los aspirantes.
- Será esencial garantizar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes en cada etapa del proceso.
El reto de una Sala Superior incompleta
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) enfrenta el proceso con una estructura incompleta. Sin embargo, tanto De la Mata como Otálora coinciden en que esto no debilita la labor de la institución:
- Incremento de la carga laboral:
- En 2024, el TEPJF estimó atender 20,000 casos; sin embargo, la cifra llegó a 40,000 asuntos, duplicando las expectativas.
- Pese a ello, los magistrados afirman que cumplirán con sus responsabilidades constitucionales.
Impacto a largo plazo
Este proceso sentará las bases para una nueva etapa democrática en México, redefiniendo la relación entre ciudadanía y el sistema judicial. La elección judicial no solo ampliará los derechos de los votantes, sino que también transformará la percepción pública del Poder Judicial, consolidando su legitimidad mediante la participación ciudadana.
El éxito dependerá de la colaboración entre el INE, el TEPJF y otros actores clave para superar los desafíos logísticos, normativos y culturales que esta elección representa.