Tras ser secuestrado el lunes por la tarde, el periodista compartió su experiencia en una entrevista con Azucena Uresti. Según sus palabras, fue trasladado en varios vehículos con los ojos vendados y las manos atadas, describiendo el incidente como un acto intimidatorio. Fue liberado en un crucero del municipio de Magdalena, donde tuvo que buscar ayuda por sus propios medios debido a la ausencia de presencia policial.
Jaime Barrera detalló su secuestro, mencionando que fue sacado de su coche y llevado a otro vehículo sin conocer su destino. Finalmente, fue abandonado en el municipio de Magdalena después de ser interrogado sobre su labor periodística. Aunque inicialmente estuvo solo, pronto recibió asistencia de elementos de la Guardia Nacional en su camino hacia la ciudad, aunque no pudo identificar a las autoridades estatales presentes en el lugar.
