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A poco más de siete meses de concluir su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido públicamente por primera vez que México es una de las principales fuentes de fentanilo, un opioide sintético de alto riesgo, junto con Estados Unidos y Canadá.
Durante una entrevista López Obrador abordó diversos temas, entre ellos los cárteles y el fentanilo, uno de los desafíos más importantes de su gobierno.
El presidente destacó que, si bien el fentanilo también se produce en Estados Unidos y Canadá, la mayoría de los químicos necesarios para su fabricación provienen de Asia. A pesar de ello, López Obrador señaló que las agencias estadounidenses relacionan gran parte del tráfico de fentanilo con los cárteles en México, aunque reiteró su negativa a entablar cualquier tipo de negociación con el crimen organizado.
Cuando se le preguntó si podría comunicarse con los cárteles para detener la producción y tráfico de fentanilo, el presidente fue tajante en su respuesta: «No, no, no, no, no. Lo que hay que hacer con los delincuentes es aplicar la ley. Pero no voy a establecer contacto, comunicación con un criminal».
Ante la afirmación de la periodista de que los cárteles están produciendo fentanilo en gran escala y que el Departamento de Estado de EE. UU. atribuye gran parte de esto a México, López Obrador sugirió que no toda la información está completa, ya que el fentanilo también se produce en Estados Unidos y Canadá.
El presidente destacó que en México el consumo de drogas es mucho menor que en Estados Unidos, atribuyéndolo a las costumbres y tradiciones del país, así como a la preservación de la familia. A pesar de la insistencia de la periodista sobre el consumo de drogas en México, López Obrador reiteró que es «muy poco» en comparación con Estados Unidos.
