En un nuevo capítulo de la creciente disputa entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el empresario Ricardo Salinas Pliego, propietario de Grupo Salinas, la tensión ha escalado debido a un adeudo fiscal significativo.
El Mandatario manifestó su determinación de no permitir que se pase por alto el pago del adeudo fiscal de 26 mil millones de pesos por parte de Salinas Pliego. Aunque el empresario ha pagado una parte de la deuda, específicamente 2 mil 500 millones, el presidente considera que es imperativo abordar el saldo pendiente.
«No podemos hacernos de la vista gorda, ni actuar como cómplices», declaró López Obrador en una conferencia. «Pagó una parte, 2 mil 500 millones, pero hay en juicio, ya en última instancia, por 26 mil millones».
Ricardo Salinas Pliego, por su parte, ha expresado su perspectiva a través de sus redes sociales, acusando al Gobierno de buscar más recursos para malgastarlos. En una declaración directa, señaló: «Los gobiernícolas andan enojados y desesperados por más dinero».
La confrontación también tocó un tema más personal, cuando el presidente acusó a Salinas Pliego de aprovechar la tragedia en Acapulco para abrir sus micrófonos y permitir que se le falte al respeto. López Obrador subrayó que como Presidente de México, no permitirá que lo «ninguneen» y que debe cuidar la investidura presidencial.
«Lo que quieren es el espectáculo, es que si voy a Acapulco, me van a mandar a 10 o 20 provocadores con la televisión. No es Andrés Manuel, soy el Presidente de México, tengo que cuidar la investidura presidencial, y no puedo permitir que nadie me ningunee», expresó el mandatario.
