La Fiscalía General de la República (FGR) anunció que hay evidencias sustanciales que apuntan a la participación de un segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ex candidato presidencial, casi 30 años atrás. La FGR identifica a José Antonio Sánchez Ortega, agente del Cisen asignado a la seguridad de Colosio, como presunto implicado en el crimen.
Según la FGR, el Juez Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales, Jesús Alberto Chávez Hernández, rechazó ordenar la aprehensión de Sánchez Ortega, actuando con «evidente parcialidad» y violando principios de valoración y análisis de pruebas. Afirmaron que el juez estuvo vinculado a un encubrimiento delictivo en el que Genaro García Luna, ex Subdirector Operativo del Cisen, participó directamente, rescatando a Sánchez Ortega en Tijuana.
Las pruebas presentadas por la FGR incluyen testimonios que confirman la presencia de Sánchez Ortega en el lugar del homicidio en el momento del crimen, así como la detección del tipo de sangre de la víctima en la ropa del acusado. Además, se señala que el Cisen envió a Sánchez Ortega al lugar de los hechos para posteriormente encubrirlo y sacarlo urgentemente de Tijuana.
La FGR resalta que las pruebas de rodizonato indican que el acusado disparó un arma en el lapso del crimen, y las testimoniales niegan que haya ayudado a transportar a la víctima. A pesar de las evidencias presentadas, el juez otorgó valor únicamente a un video enfocado en el primer disparo, sin considerar el segundo tirador.
En paralelo a esta revelación, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del fallecido político, solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador otorgar un indulto a Mario Aburto Martínez, procesado por el magnicidio de su padre. Colosio Riojas apela a la compasión del presidente para cerrar este capítulo y permitir que tanto su familia como México avancen hacia la reconciliación y construyan un nuevo camino.
