En una entrevista con la BBC, el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, reconoció que la largamente esperada contraofensiva contra las fuerzas rusas no ha logrado los resultados deseados por algunos observadores occidentales. En medio de crecientes pérdidas, Zelensky dejó claro que no discutiría la paz con Moscú en las actuales circunstancias.
Zelensky declaró: «Algunas personas creen que esta es una película de Hollywood y esperan resultados inmediatos. No lo es». El mandatario admitió que el avance de las tropas ucranianas ha sido más lento de lo deseado, mientras enfrentan una resistencia feroz por parte de las fuerzas rusas.
La contraofensiva de Ucrania comenzó el 4 de junio con un ataque fallido a posiciones rusas cerca de Donetsk, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Desde entonces, las tropas ucranianas han realizado múltiples intentos de avanzar a lo largo de los sectores de Donetsk y Zaporozhye de la línea del frente. Sin embargo, las fuerzas rusas han logrado repeler estos ataques, infligiendo considerables bajas a las tropas ucranianas y destruyendo numerosos tanques y vehículos blindados suministrados por Occidente.
Aunque Zelensky afirmó que sus fuerzas lograron capturar ocho aldeas, la realidad es que aún no han logrado penetrar ni siquiera la primera línea defensiva de Rusia, que incluye trincheras, campos minados y fortificaciones. La artillería rusa y el apoyo aéreo continúan operando libremente, infligiendo graves daños a las fuerzas ucranianas. Según estimaciones del Kremlin, Ucrania ha sufrido la pérdida de 7.500 soldados y el 30% de sus tanques y vehículos blindados suministrados por Occidente.
En los informes diarios provenientes de Moscú se ha señalado que el número de bajas ucranianas continúa aumentando, con al menos 2.000 hombres adicionales agregados al recuento de bajas. Durante el fin de semana pasado, se informó que Ucrania perdió más de 1.000 soldados y 20 tanques en un solo día de combate.
El presidente Zelensky enfrenta una presión significativa para obtener avances en el campo de batalla por parte de sus patrocinadores occidentales. Reconoció ante la BBC que «las victorias en el campo de batalla son necesarias» para resolver el conflicto a favor de Kiev. Sin embargo, también dejó claro que Ucrania no aceptará un conflicto congelado, ya que considera que esto no brindaría perspectivas favorables para su país.
A medida que el conflicto continúa y las tensiones aumentan, la comunidad internacional sigue observando de cerca la evolución de los acontecimientos en Ucrania y Rusia, mientras se busca una solución pacífica y duradera a este conflicto en curso.
