El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que las fuerzas armadas de Rusia están trabajando activamente en la creación de una zona de amortiguación a lo largo de la frontera con Ucrania, con el objetivo de proteger regiones como Kursk y Briansk de ataques ucranianos. Durante una visita reciente a Kursk, Putin destacó que la medida busca garantizar la seguridad de los civiles, afirmando que “mujeres y niños están siendo atacados y asesinados” por fuerzas ucranianas.
La decisión responde a los intentos de Kiev de avanzar hacia territorio ruso, según el Kremlin, tras una ofensiva ucraniana en agosto de 2024, la primera invasión terrestre extranjera en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial. Putin discutió la profundidad de esta zona con funcionarios locales, aunque no se especificaron detalles sobre su extensión. El Instituto para el Estudio de la Guerra señaló que la iniciativa se centra en la región de Sumy.
Analistas consideran esta acción un punto de inflexión en la estrategia defensiva rusa. Sin embargo, Ucrania rechaza la propuesta, mientras se prepara un intercambio de prisioneros con Rusia, tras negociaciones directas en Turquía. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto