El gobierno británico ha pedido a Rusia que revoque su reciente suspensión de un tratado contra la doble tributación, afirmando que el tema es de “la máxima gravedad”. Moscú ha dicho que volverá al pacto, pero solo si el Reino Unido levanta las sanciones contra Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto a principios de este mes que suspende ciertas disposiciones de los tratados fiscales con 38 países, incluidos EE. UU., el Reino Unido, la UE y otros llamados «estados hostiles«. El viernes, el gobierno británico anunció que recibió una notificación la semana pasada de que el Convenio de Doble Imposición entre el Reino Unido y Rusia de 1994 se vería afectado por esta decisión.
“La Convención Reino Unido-Rusia no permite esta acción unilateral”, decía un comunicado en el sitio web del gobierno británico. “El gobierno ve esta acción con la mayor seriedad”, continuó el comunicado, y agregó que “el Reino Unido ha pedido a Rusia que revoque la suspensión”.
“El Reino Unido considera que el tratado permanece en vigor y continúa cumpliendo con sus términos. El gobierno está considerando los próximos pasos”.
Con el tratado suspendido, los dividendos, intereses y regalías obtenidos por ciudadanos rusos o empresas en Gran Bretaña están sujetos a impuestos en Rusia, y viceversa si el Reino Unido decide gravar a sus ciudadanos en Rusia. Se aplicarán tasas impositivas del 15% o del 20%, informó la agencia de noticias Interfax de Rusia.
El impuesto sobre la renta pagado por los rusos que trabajan en el Reino Unido aún se acreditará contra el impuesto adeudado en Rusia, informó Interfax, citando al viceministro de Finanzas, Alexei Sazonov.
Según el decreto, Rusia solo volverá a cualquiera de los tratados cancelados cuando “los estados extranjeros eliminen las violaciones que han cometido de los legítimos intereses económicos y de otro tipo de la Federación Rusa, los derechos de sus ciudadanos y personas jurídicas”.
En junio, el Ministerio de Finanzas de Rusia descartó un aumento de impuestos planificado para los rusos que trabajan en el extranjero para empresas rusas. Sazanov explicó que si se hubiera implementado este aumento, las empresas podrían haberlo evitado estableciendo filiales extranjeras, negando al gobierno ruso tanto el impuesto sobre la renta como las contribuciones de seguro financiadas por el empleador.
