En un paso hacia la distensión, India y Pakistán anunciaron un acuerdo para retirar tropas de su disputada frontera en Cachemira a finales de mayo, tras meses de negociaciones mediadas por actores internacionales. El pacto busca reducir tensiones en una región marcada por décadas de enfrentamientos y dos guerras.
El anuncio, realizado por los ministerios de Defensa de ambos países, detalla que las fuerzas se replegarán de manera coordinada en áreas clave, manteniendo patrullas mínimas para garantizar la seguridad. Este acuerdo sigue a recientes cumbres bilaterales donde ambos gobiernos expresaron su compromiso con la paz, impulsados por la presión diplomática de Naciones Unidas y potencias como China y Estados Unidos.
Analistas advierten que, aunque el retiro es un avance significativo, persisten desafíos, como las disputas sobre el control de Cachemira y la desconfianza mutua. Organizaciones como Amnistía Internacional han instado a ambos países a respetar los derechos humanos en la región durante el proceso.
La población local en Cachemira expresó un optimismo cauto, esperando que la medida reduzca la militarización y fomente el diálogo. Sin embargo, grupos nacionalistas en ambos lados han criticado el acuerdo, lo que podría complicar su implementación. La comunidad internacional observa de cerca este desarrollo.