Los aranceles impuestos por países asiáticos a la carne estadounidense están abriendo oportunidades para la ganadería mexicana, según el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne). Las medidas de China y Japón, en respuesta a las políticas comerciales de la administración Trump, podrían redirigir el excedente de carne de cerdo y pollo de EE. UU. hacia México, beneficiando a consumidores con precios más competitivos.
Ernesto Salazar, economista de Comecarne, explicó que México, principal destino de las exportaciones cárnicas estadounidenses, podría absorber parte de la oferta destinada a Asia, donde China y Japón son el segundo y tercer mercado. En 2024, el consumo per cápita de carne en México alcanzó 82 kg, impulsado por mayores ingresos, remesas y programas sociales. Se espera que la demanda crezca si se aprueba la reforma para reducir la jornada laboral.
Sin embargo, expertos advierten que los aranceles de EE. UU. a México, vigentes desde marzo, podrían complicar el panorama, afectando exportaciones mexicanas por 45 mil millones de dólares en 2024. La industria busca diversificar mercados hacia Europa y Asia para mitigar riesgos, mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum negocia con Washington para evitar una escalada comercial.