La Universidad de Harvard presentó una demanda contra la administración del presidente Donald Trump por una nueva normativa que prohíbe la entrada de estudiantes extranjeros a Estados Unidos, especialmente de países considerados “de riesgo”. La política, anunciada esta semana, limita las visas de estudio para ciudadanos de ciertas naciones, argumentando razones de seguridad nacional. Harvard califica la medida como “discriminatoria” y asegura que amenaza la diversidad académica.
El rector de Harvard, John Manning, señaló que la prohibición afecta a miles de estudiantes internacionales, quienes representan el 12% de su alumnado. La demanda, presentada en un tribunal federal de Massachusetts, busca anular la orden ejecutiva, argumentando que viola principios constitucionales y perjudica la competitividad de las universidades estadounidenses. Otras instituciones, como MIT y Yale, han expresado su apoyo a la acción legal.
La administración Trump defiende la medida, alegando que busca proteger empleos y recursos para ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, críticos advierten que podría dañar la reputación de Estados Unidos como destino educativo. La comunidad estudiantil ha organizado protestas, exigiendo la reversión de la política. El caso, que podría escalar al Tribunal Supremo, será un punto clave en el debate sobre inmigración y educación en el país.
