El presidente Donald Trump elevó la presión comercial al amenazar con aranceles del 50% a productos de la Unión Europea y sanciones específicas a Apple, acusando a la empresa de prácticas monopólicas y dependencia de manufactura extranjera. En un discurso desde la Casa Blanca, Trump señaló que las medidas, efectivas desde junio, buscan “proteger la industria estadounidense” y forzar la relocalización de cadenas de producción.
La UE, principal socio comercial de EE. UU., calificó la amenaza como “injustificada” y prepara represalias contra exportaciones estadounidenses como bourbon y vehículos. Apple, por su parte, podría enfrentar multas o restricciones por supuesta evasión fiscal en Europa, lo que desató una caída del 2% en sus acciones en Wall Street. Analistas de Goldman Sachs estiman que los aranceles podrían incrementar los costos de productos electrónicos en un 15% para los consumidores estadounidenses.
La escalada comercial genera incertidumbre global, con el dólar fortaleciéndose frente al euro. México, aunque no directamente señalado, observa con cautela ante posibles revisiones al T-MEC. Organismos empresariales advierten que una guerra comercial prolongada podría desacelerar la economía mundial en un 1.5% en 2026. Trump insiste en que su estrategia prioriza empleos locales, mientras crece la tensión en los mercados internacionales.