Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron este lunes sus ejercicios aéreos a gran escala Vigilant Defense, en los que participarán 130 aviones de combate de ambos países, informó la agencia Reuters.
Para este propósito, Seúl movilizó cazas F-35A, aviones de control y alerta temprana E-737, aviones de transporte cisterna KC-330, así como los estadounidenses F-35A y F-35B, entre otros con capacidad furtiva. Entretanto, Washington dispondrá de cazas F-35A, FA-18, F-35B y varios más con base en Japón, detalló la agencia surcoreana Yonhap.
Las maniobras se prolongarán hasta el viernes e incluyen simulacros de fuego real aire-tierra, operaciones aéreas defensivas, acciones aéreas las 24 horas del día, y otros entrenamientos de emergencia. El objetivo de los ejercicios es mejorar las capacidades operativas combinadas y «no están relacionados con ninguna amenaza o situación actual del mundo real y no pretenden ser amenazantes o provocativos hacia ningún otro país«, aclararon las autoridades militares.