China ha aprobado su primera ley de relaciones exteriores, otorgando al gobierno del presidente Xi Jinping el poder de tomar medidas en respuesta a los actos occidentales que representen una amenaza para la seguridad nacional del país. La ley, redactada a fines del año pasado, fue aprobada por el parlamento chino el miércoles y entrará en vigor el 1 de julio, según informó el Diario del Pueblo estatal.
La nueva legislación consta de seis capítulos que formalizan los objetivos de política exterior de Beijing y consagran la política diplomática existente en el sistema legal nacional. Sin embargo, el capítulo más destacado es aquel que autoriza al gobierno «a tomar las contramedidas necesarias contra actos que pongan en peligro la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China en violación del derecho internacional y las normas fundamentales que rigen las relaciones internacionales».
Esta ley fue redactada en respuesta a los desafíos emergentes en las relaciones exteriores, particularmente en un momento en que China ha enfrentado interferencias externas frecuentes en sus asuntos internos bajo la hegemonía occidental, según el Global Times de Beijing, citando a expertos legales. El periódico estatal también señaló que la ley proporciona una base legal para luchar diplomáticamente contra las sanciones, la antiintervención y la jurisdicción extraterritorial.
En los últimos meses, China ha enfrentado numerosas sanciones y medidas económicas por parte de Estados Unidos. Washington impuso controles de exportación en la industria de semiconductores de China y presionó a sus aliados para que excluyan a Beijing de las cadenas de suministro de semiconductores. Además, incluyó en una lista negra a empresas chinas acusadas de suministrar tecnología militar a Rusia y sancionó a empresas aeroespaciales chinas tras un incidente con un globo espía en febrero.
Estas acciones por parte de Estados Unidos han sido interpretadas por Beijing como un intento de «contención, cerco y represión general de China», según declaró el presidente Xi Jinping en marzo.
Anteriormente, en ausencia de una ley formal, China respondía a estas medidas de manera ad hoc, contrarrestando las ventas de armas estadounidenses a Taiwán mediante sanciones a fabricantes de armas como Lockheed Martin y Raytheon. Asimismo, anunciaron una investigación de seguridad nacional sobre el fabricante de chips estadounidense Micron en respuesta a los controles de exportación impuestos por Washington a los fabricantes chinos de chips.
Con la aprobación de esta ley de relaciones exteriores, China busca establecer un marco legal más sólido para proteger sus intereses nacionales y responder de manera más coherente y estructurada a las acciones que considera amenazantes desde el extranjero.
