El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que México tiene una gran oportunidad económica si mejora sus políticas migratorias. En un adelanto de su informe Perspectivas Económicas Globales, el FMI destaca que la inclusión de personas migrantes y refugiadas en el mercado laboral podría beneficiar significativamente la productividad del país, especialmente en economías emergentes como la mexicana.
El documento subraya que la mayoría de los migrantes no logra llegar a su destino final y terminan viviendo en países con niveles de desarrollo similares o un poco mejores que su país de origen. Esto, según el organismo, representa una oportunidad para los países de tránsito, como México, si logran integrar de forma eficaz a estas personas en sus economías.
Actualmente, los trámites para regularizar a los migrantes en México son lentos, lo que los obliga a trabajar principalmente en la economía informal, en actividades como la construcción, la venta de comida o el comercio callejero. Aunque existen iniciativas como los programas de empleo temporal en Tapachula, Chiapas, aún queda mucho por hacer a nivel nacional.
Además, organizaciones como el Centro de Dignificación Humana (CDH) advierten que muchos migrantes trabajan sin recibir un salario justo, debido a su estatus migratorio irregular. El FMI concluye que una postura restrictiva ante la migración podría ser perjudicial, ya que no solo desaprovecha el potencial económico de los migrantes, sino que también transfiere los problemas a otras regiones.