México importó 4.1 millones de toneladas métricas de maíz entre enero y febrero de 2025, marcando un récord histórico y representando un aumento del 0.8% en comparación con el mismo periodo del año anterior. A pesar del incremento en volumen, el valor de estas importaciones cayó un 23%, pasando de 908 millones de dólares a 689 millones de dólares, según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Factores Clave del Incremento en Importaciones
- Déficit en la producción nacional: La cosecha de maíz en México cayó un 5.4% en los primeros dos meses del año, alcanzando su nivel más bajo en 12 años.
- Escasez de agua: La crisis hídrica en el país ha afectado severamente los cultivos, reduciendo la producción de maíz blanco y amarillo.
- Mayor dependencia de importaciones: Si la tendencia continúa, México podría importar hasta 25.2 millones de toneladas métricas de maíz en 2025, consolidándose como el mayor importador mundial del grano por tercer año consecutivo.
Cambios en la Composición de las Importaciones
- Maíz blanco (consumo humano): Aumentó de 48,400 a 75,400 toneladas métricas, importado principalmente desde Estados Unidos.
- Maíz amarillo (uso industrial y animal): Se mantuvo prácticamente sin cambios, con una ligera reducción de 3,965,000 a 3,964,000 toneladas métricas.
- Otros tipos de maíz (palomero, quebrado, etc.): Crecieron de 34,700 a 40,400 toneladas métricas.
Impacto y Riesgos
- Déficit de producción interna: México consume aproximadamente 19.62 millones de toneladas métricas de maíz al año, pero la producción en 2025 se estima en solo 19.03 millones, dejando un déficit de entre 500,000 y 700,000 toneladas.
- Dependencia de importaciones: La fuerte necesidad de comprar maíz en el extranjero expone al país a riesgos comerciales, especialmente en el contexto de las tensiones entre México y Estados Unidos.
México enfrenta un desafío estructural en su producción de maíz, lo que ha llevado a un nivel récord de importaciones. La crisis hídrica y el déficit de producción hacen que el país dependa cada vez más de proveedores externos, lo que podría generar vulnerabilidades económicas y comerciales en el futuro.