Aunque la inflación en México ha disminuido considerablemente desde su pico de 8.70 % en septiembre de 2022 hasta el 3.96 % actual, su impacto sigue siendo evidente en los hábitos de compra de los consumidores, revela el estudio “EY Future Consumer Index”, presentado por la firma de consultoría EY (Ernst & Young).
De acuerdo con Francisco Olivares, socio líder adjunto de productos de consumo y retail para EY Latinoamérica, la mayoría de los mexicanos continúa ajustando sus patrones de consumo debido al alza persistente de precios. Según el informe, siete de cada diez consumidores en el país han cambiado sus hábitos de compra recientemente, priorizando el valor y la rentabilidad por encima de las marcas tradicionales.
Uno de los cambios más notorios es la creciente percepción del fenómeno de “reduflación”, donde el 78 % de los encuestados ha detectado que los productos reducen su contenido (gramaje o volumen) sin disminuir el precio. Este comportamiento de las marcas, habitual en periodos de inflación, es ampliamente reconocido por los consumidores mexicanos, quienes se han vuelto más atentos a estas prácticas.
Marcas propias ganan terreno
Otra tendencia destacada en el informe es el auge de las marcas propias, que han empezado a disputar el espacio de las marcas tradicionales. El 67 % de los consumidores considera que estas alternativas ofrecen una calidad similar, y uno de cada tres asegura que no piensa regresar a las marcas originales tras haber probado las versiones propias o genéricas.
“El precio y el valor son hoy los grandes determinantes de la elección de los consumidores”, afirmó Olivares, subrayando que el costo de vida sigue siendo una preocupación central para el 27 % de los mexicanos, una cifra superior al promedio global del 22 %.
Consumidores más críticos ante la innovación
El estudio también revela una creciente desconfianza en la innovación empresarial. Aunque el 75 % de los consumidores mexicanos valora que las marcas busquen innovar, el 36 % considera que muchos de esos cambios son en realidad estrategias de reducción de costos, que no aportan mejoras reales al producto final.
Un consumidor más consciente y exigente
El análisis de EY muestra a un consumidor mexicano que se ha vuelto más crítico, selectivo y consciente de su gasto. Ya no solo busca productos que cumplan su función, sino también que justifiquen su precio en un entorno económico todavía desafiante.
En resumen, la inflación ha dejado huella en la conducta del consumidor nacional, obligando a las marcas a replantear sus estrategias y a ofrecer más valor por cada peso invertido si quieren conservar su lealtad en el mediano plazo.