Las minutas de la reunión de política monetaria de junio de la Reserva Federal revelaron que todavía existe la posibilidad de una recesión leve en Estados Unidos este año. Sin embargo, los expertos consideran que es más probable que la economía experimente un crecimiento gradual y constante, gracias al sólido gasto del consumidor y el empleo.
De acuerdo con el informe, el pronóstico económico presentado en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) asumió inicialmente la posibilidad de una recesión leve a partir de finales de este año, debido al endurecimiento esperado en las condiciones crediticias. No obstante, las discusiones entre los formuladores de políticas llevaron a la conclusión de que el mercado laboral y la economía impulsada por el consumidor podrían ser más fuertes de lo previsto.
Aunque persiste la incertidumbre, la Reserva Federal señaló que la fortaleza continua del mercado laboral y el gasto del consumidor han hecho que la posibilidad de una recesión sea menos probable que la estimación inicial. Las minutas también destacaron que el Producto Interno Bruto (PIB) real creció un 2% anualizado en el primer trimestre de este año, lo que indica un alivio para el banco central en cuanto a los efectos de sus aumentos de tasas.
Cabe mencionar que la Reserva Federal ha incrementado las tasas de interés en un 5% desde el brote de coronavirus en marzo de 2022, con el objetivo de controlar la inflación y llevarla a su nivel objetivo. Aunque en junio se decidió no realizar un nuevo aumento, se espera que la Reserva Federal retome su política de endurecimiento monetario en su próxima decisión sobre tipos el 26 de julio.
En cuanto a la inflación, el informe revela que existen riesgos al alza en el pronóstico de inflación, ya que escenarios con una inflación más alta parecen ser más probables. El índice de gastos de consumo personal (PCE), seguido de cerca por la Reserva Federal, experimentó un crecimiento del 3.8% en el año hasta mayo, mientras que el PCE básico, que excluye la volatilidad de los precios de alimentos y energía, se expandió un 4.6%.
