El conglomerado Carso, propiedad de la familia Slim, ha incrementado su inversión en la petrolera estadounidense Talos Energy, que llegó a México con los cambios del sexenio pasado y estableció una filial con una importante participación en el campo Zama, un proyecto prometedor para Pemex y el sector privado.
La familia Slim ya contaba con el 49.9% de la filial mexicana de Talos. Sin embargo, a principios de agosto adquirió aproximadamente 923,000 acciones de Talos Energy, según un reporte enviado por la empresa a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Con esta adquisición, Carso ahora posee el 21.3% de las acciones de la compañía que circulan en el mercado.
La participación de Carso en la filial mexicana no se vio afectada por esta operación. Las transacciones se realizaron el 1 y 2 de agosto, aunque el reporte se publicó hasta el lunes pasado, en medio de grandes turbulencias en los mercados debido a temores de recesión en Estados Unidos y perspectivas negativas para muchas empresas tecnológicas.
Carso, a través de Control Empresarial de Capitales, adquirió las acciones a precios de 11.49 y 10.95 dólares por unidad, el precio más bajo desde diciembre de 2022. El 5 de agosto, el precio de las acciones de Talos tocó un mínimo de 10.07 dólares.
El nombre de Carlos Slim y de seis de sus hijos aparece en los documentos públicos de Talos relacionados con la transacción.
La compra se realizó justo cuando Talos Energy está experimentando un notable aumento en su producción de hidrocarburos. La compañía reportó una cifra récord de 95,000 barriles diarios de petróleo y una utilidad neta de 12,381 millones de dólares en el segundo trimestre del año. Talos ha superado en utilidades a Pemex, aunque la comparación de tamaño es desigual.
Talos pronostica alcanzar una producción de hasta 97,000 barriles diarios en el próximo trimestre, cifra que no incluye la posible producción del campo Zama, cuyo inicio de operaciones está previsto para el próximo año.
