La economía mexicana enfrenta un panorama adverso tras una caída del 4% en la inversión durante el primer trimestre de 2025, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este retroceso, que se suma a una contracción del 2.3% en el último trimestre de 2024, ha lastrado el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que apenas avanzó 0.8% a tasa anual.
El motor del PIB fueron las exportaciones, que aportaron 4.7 puntos, pero la inversión restó 1.3 puntos y el consumo privado 0.5 puntos. Analistas de Monex señalaron que la simultánea contracción de oferta y demanda refleja un entorno desfavorable para la producción y el consumo, con riesgos de prolongarse hasta mediados de 2025. La inversión privada también se contrajo un 3.6%, evidenciando la cautela de los empresarios ante la incertidumbre global.
Arturo Vieyra, de Grupo Coppel, atribuyó la debilidad del consumo a la desaceleración del empleo y la inflación en alimentos, que afecta a las familias más vulnerables. Expertos advierten que, sin un repunte en la inversión y el consumo, el crecimiento económico seguirá limitado, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas y aranceles comerciales que afectan las exportaciones mexicanas.