La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoció que la economía mexicana crecerá menos de lo proyectado para 2025, ajustando su estimación a un rango de 1.5% a 2.3%, frente al 2% a 3% previsto inicialmente. Este recorte se atribuye principalmente al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectan las exportaciones mexicanas, especialmente en el sector automotriz, donde 9 de cada 10 autos enviados a ese país cumplen con las reglas del T-MEC
Durante la 88ª Convención Bancaria en Nayarit, el titular de Hacienda, Edgar Amador, destacó que, pese a la desaceleración, hay optimismo por el aumento en los ingresos públicos y el empleo. En el primer trimestre de 2025, los ingresos tributarios crecieron 5.2% respecto al mismo periodo de 2024, y se crearon 320 mil empleos formales registrados ante el IMSS. Sin embargo, el Indicador de Confianza del Consumidor cayó a 45.31 puntos en abril de 2025, su nivel más bajo desde mayo de 2023, reflejando incertidumbre.
El Fondo Monetario Internacional también ajustó su pronóstico para México, elevándolo ligeramente a 1.4% para 2025, mientras que el Banco Mundial y la OCDE estiman 1.5% y 1.2%, respectivamente. Estos datos contrastan con las expectativas del mercado, que promedian un crecimiento de solo 1%. Los analistas advierten que la incertidumbre política y la inflación, que alcanzó 5.6% en marzo de 2025, podrían limitar aún más el crecimiento.
Hacienda mantiene una postura de estabilidad macroeconómica, apoyada por un manejo prudente de las finanzas públicas. No obstante, la renuncia de Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda en marzo de 2025, en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos, generó preocupaciones sobre la continuidad de estas políticas. El gobierno busca contrarrestar los efectos de los aranceles con medidas para fortalecer el mercado interno y diversificar las exportaciones.