La economía de Noruega experimentó un crecimiento cero en el segundo trimestre de este año debido a la creciente inflación y el aumento de las tasas de interés que frenaron la demanda de los consumidores, informó esta semana la oficina de estadísticas del país.
El producto interior bruto (PIB) continental, que excluye la industria extraterritorial de Noruega, se estancó en comparación con el trimestre anterior y se mantuvo en el 0,2% tras un débil desempeño en varias industrias, según muestran las cifras.
La construcción tuvo el mayor impacto negativo en el PIB del país en el segundo trimestre debido a que la inversión en vivienda se desplomó, según el informe.
«El crecimiento está claramente cayendo y ha estado por debajo de la tendencia en el primer semestre, impulsado principalmente por una desaceleración en el consumo privado y las inversiones residenciales en un cóctel de tasas más altas y un crecimiento negativo de los salarios reales»
(Economista de Danske Bank A/S,Frank Jullum) .
Hasta ahora, Noruega, rica en combustibles fósiles, ha sido más resiliente a los vientos económicos en contra de la crisis del costo de vida que sus pares de la región nórdica. Su PIB tuvo un desempeño más débil entre abril y junio de lo que el Norges Bank suponía, dicen los economistas.
El banco central de Noruega ha aumentado las tasas de interés 12 veces desde 2021 en un esfuerzo por reducir la inflación desacelerando la economía.
En su informe de junio, la OCDE advirtió que “la alta inflación y el endurecimiento de las políticas están pesando sobre la demanda interna”, y agregó que la producción económica noruega seguiría siendo moderada en 2024.
