China ha expresado “serias preocupaciones” por los aranceles estadounidenses dirigidos a su industria de semiconductores y al sector tecnológico en general, advirtiendo que tales medidas violan los principios de competencia leal y dañan la estabilidad del comercio mundial.
Hablando después de una ronda de conversaciones con la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en Beijing el lunes, el Ministro de Comercio chino, Wang Wentao, comento que si bien las dos partes mantuvieron un diálogo “franco y constructivo” , las actuales restricciones estadounidenses seguían obstaculizando los lazos comerciales.
«Expresó serias preocupaciones sobre cuestiones que incluyen los aranceles de la Sección 301 de Estados Unidos sobre productos chinos, sus políticas de semiconductores, las restricciones a la inversión bidireccional, los subsidios discriminatorios y las sanciones a las empresas chinas»
(Ministro de Comercio chino,
El funcionario continuó argumentando que Washington ha abusado del “concepto de seguridad nacional” para justificar nuevos aranceles y sanciones, afirmando que “las medidas unilaterales y proteccionistas van en contra de las reglas del mercado y del principio de competencia leal, y sólo dañarán la seguridad y estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”. Tras señalar que los funcionarios estadounidenses han dicho repetidamente que no buscan “desacoplarse de China”, Wang instó a Estados Unidos a “hacer coincidir sus palabras con acciones”.
Los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos aumentaron significativamente durante el gobierno del presidente Donald Trump, quien lanzó la primera descarga de una guerra comercial de ojo por ojo que comenzó en 2018. Un enfoque igualmente hostil ha continuado bajo su sucesor, Joe Biden, quien ha adoptado varias políticas dirigidas a en la economía china.
A fines del año pasado, la Casa Blanca publicó un nuevo conjunto de controles de exportación, buscando impedir que las empresas chinas compren semiconductores producidos con equipos estadounidenses en cualquier parte del mundo.
El Tesoro de EE.UU. añadió docenas de empresas tecnológicas chinas a una lista negra comercial apenas unas semanas después, mientras que informes más recientes dicen que funcionarios estadounidenses están considerando restricciones adicionales a la tecnología relacionada con la inteligencia artificial, aparentemente con la esperanza de separar a Beijing del sector de rápido desarrollo.
Los funcionarios estadounidenses han calificado repetidamente a China como el principal “competidor” de Estados Unidos, acusando a las empresas chinas de una serie de acciones nefastas, incluido el robo de propiedad intelectual estadounidense e incluso espionaje a ciudadanos estadounidenses. Beijing ha negado tales acusaciones, insistiendo en que Washington está atacando a las empresas chinas para su propio beneficio económico utilizando la “seguridad nacional” como pretexto.
