Las ventas minoristas en Dinamarca experimentaron una disminución significativa en julio, registrando la mayor caída desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Según datos de Statistics Denmark, el volumen de negocios minorista desestacionalizado cayó un 4,4% en comparación con el mes anterior. Economistas atribuyen esta caída al impacto de las lluvias récord que afectaron al país durante el mes.
Las fuertes precipitaciones que marcaron un récord de 92 años en julio se consideran un factor clave detrás del débil gasto de los consumidores. Algunos analistas sugieren que las lluvias excepcionales podrían haber llevado a muchos daneses a optar por vacacionar en el extranjero, mientras que otros redujeron su consumo debido a las condiciones climáticas adversas.
Soren Kristensen, economista jefe de Sydbank, expresó su preocupación por la magnitud de la caída en las ventas minoristas y señaló que esta disminución es motivo de atención debido a su impacto en la economía y la confianza del consumidor. Además, Kristensen mencionó otros datos negativos, como la caída del índice de confianza del consumidor, que también aportan al panorama económico incierto.
La inflación en Dinamarca, que aumentó al 3,1% en julio debido a la reintroducción de impuestos a la electricidad, también ha generado inquietud entre los consumidores. Palle Sorensen, economista jefe de Nykredit, una empresa de servicios financieros, señaló que esta situación está afectando la confianza del consumidor y podría tener un impacto negativo en el desarrollo económico, ya que una visión pesimista sobre la economía podría afectar el consumo.
Por otro lado, en Noruega, las ventas minoristas también sufrieron una caída en julio, con una disminución del 0,8% mensual. La oficina de estadísticas de Oslo informó que la disminución en el comercio de comestibles fue uno de los factores clave detrás de esta caída generalizada en las ventas minoristas.