Según datos publicados por la Administración General de Aduanas de China, las entregas de petróleo ruso a China aumentaron un 25% en los primeros ocho meses del año en términos anuales. Durante este período, se enviaron 71,2 millones de toneladas de petróleo, ya que Beijing aprovechó los descuentos y aceleró el almacenamiento de crudo ruso.
Sin embargo, a pesar del aumento en el volumen, el valor de las importaciones de petróleo ruso a China disminuyó un 4,1% en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando los 38.100 millones de dólares.
Estos datos revelan que Moscú ha superado nuevamente a Arabia Saudita como el principal proveedor de petróleo de China. Arabia Saudita exportó 60,1 millones de toneladas por un valor de 36.490 millones de dólares durante los primeros ocho meses del año, mientras que Irak ocupó el tercer lugar, suministrando 40,3 millones de toneladas por un valor de 23.040 millones de dólares.
Las exportaciones de crudo a China en el mes de agosto aumentaron un 30,7% en comparación con julio y un 42,7% en términos de valor, alcanzando los 5.800 millones de dólares.
Este aumento en las compras de petróleo ruso por parte de China se produce después de que los compradores occidentales tradicionales rechazaran el petróleo ruso como parte de las sanciones relacionadas con Ucrania. Desde entonces, Moscú ha redirigido activamente sus flujos de petróleo hacia Asia, lo que ha llevado a un aumento significativo en las entregas de crudo ruso a China en los últimos años.