Representantes de Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumania y Bulgaria han solicitado a la Comisión Europea una extensión de la prohibición de importar granos ucranianos al bloque. Esta medida se produce como parte de los esfuerzos por proteger a los agricultores europeos de la afluencia de granos ucranianos baratos que inundaron los mercados después de que la UE suspendiera los aranceles aduaneros en respuesta a la operación militar rusa. Los cinco estados miembros mantienen restricciones a las importaciones de trigo, maíz, colza y aceite de girasol de Ucrania.
El ministro de Agricultura polaco, Robert Telus, y sus homólogos de los otros cuatro países firmaron una declaración conjunta para extender la prohibición al menos hasta fin de año y presentarla a la Comisión Europea. Además, destacaron que están abiertos al tránsito de productos a través de sus territorios.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, advirtió que si la UE no presenta mecanismos y regulaciones que protejan a los agricultores polacos al finalizar la prohibición oficial, Polonia podría prohibir unilateralmente los productos ucranianos. Esto resalta la preocupación por evitar que los productos ucranianos vuelvan a inundar los mercados tras la finalización de la Iniciativa del Mar Negro, que permitió el transporte de grano ucraniano a través del Mar Negro.
Los ministros de Agricultura de los cinco estados miembros han subrayado la importancia de no permitir que las importaciones de alimentos distorsionen el mercado interno, y están trabajando en una declaración oficial conjunta para que la Comisión Europea considere su situación específica y extienda las restricciones, incluso a otros productos.
El objetivo principal es salvaguardar los intereses de los agricultores europeos mientras se apoya a Ucrania en otros aspectos. Las negociaciones entre los estados miembros y la Comisión Europea determinarán el futuro de las restricciones a las importaciones de granos ucranianos en la región.
