El Consejo Mundial de Boxeo (WBC) ha dado un golpe contundente a aquellos que intentan desviar a los jóvenes del camino correcto con su Torneo Verde y Oro. Dirigido por Mauricio Sulaimán, esta iniciativa busca no solo promover el deporte del boxeo, sino también inculcar valores de pasión, disciplina y superación en la juventud mexicana.
El escenario fue espectacular: la explanada del Centro Ceremonial Otomí en el Estado de México. Allí, Sulaimán logró reunir a 450 atletas de 17 estados de la República, marcando un hito en la historia del boxeo amateur en México. Según el presidente del WBC, este evento no solo tiene un impacto deportivo, sino también social, al ofrecer una vía de escape positiva para cientos de jóvenes y niños que sueñan con convertirse en boxeadores.
El torneo contó con la presencia destacada de excampeones mundiales como Miguel Ángel González, José Antonio “Jaguar” Aguirre, Rafael “Bazooka” Limón, Lourdes Juárez e Ibeth “Roca” Zamora, quienes inspiraron a los participantes con su experiencia y determinación. Sulaimán, compartió con los boxeadores su convicción de que la pasión y la disciplina son clave para el éxito en este deporte, instándolos a entrar al ring y salir victoriosos.
El evento, que se extendió a lo largo de tres días, se llevó a cabo en tres rings simultáneos, con emocionantes eliminatorias directas. Un elemento crucial en la organización de esta justa deportiva fue la colaboración de Monroy González Dios, conocido como ‘El muñeco de oro’, quien en estrecha coordinación con el WBC, dedicó alma y corazón para asegurar el éxito del torneo. Entre los ganadores se destacan nombres como Máximo Sánchez, Oliver Mateos y David Díaz. Estos talentosos pugilistas podrían muy bien representar la próxima generación de estrellas del boxeo mexicano.
