El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó el compromiso de su gobierno de no quedarse pasivo ante la eventual entrada en vigor de la ley SB4 en Texas, calificándola como una norma «deshumanizada» y «injusta».
La ley SB4, apoyada por el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, otorga autoridad a la policía local y otras fuerzas de seguridad para detener, encarcelar e incluso deportar a México a individuos sospechosos de ser migrantes irregulares. Aunque la legislación había entrado en vigor, fue suspendida temporalmente por un tribunal de apelaciones.
Durante su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional, López Obrador expresó la firme postura de México en contra de esta normativa, destacando que el país no aceptará deportaciones realizadas por el gobierno de Texas. Calificó la ley como contraria al derecho internacional y a los principios cristianos, enfatizando que incluso el gobierno federal estadounidense, encabezado por Joe Biden, se opone a su implementación.
El presidente hizo hincapié en que la SB4 viola el derecho internacional al pretender legislar sobre asuntos de política exterior, una competencia que corresponde exclusivamente al gobierno federal de Estados Unidos. Ante la posibilidad de medidas que adoptará México en respuesta a esta ley, López Obrador adelantó que no se aceptarán deportaciones realizadas por las autoridades estatales texanas.
Agregó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tiene una estrategia diplomática preparada para hacer frente a esta medida, asegurando que el gobierno mexicano tomará acciones para proteger los derechos de los migrantes y defender los valores de humanidad y justicia.
