La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este miércoles una revisión exhaustiva de las concesiones de agua en México, con el objetivo de recuperar aquellas otorgadas de forma irregular o utilizadas con fines distintos a los autorizados, especialmente en zonas de alta escasez.
Durante su conferencia matutina, la mandataria fue enfática: “Se acabaron los privilegios”, dijo, al referirse a casos de políticos y empresarios que acaparan el recurso hídrico mediante pozos, presas y lagos construidos sin permiso o que simulan uso agrícola para evitar el pago de derechos.
“Hay concesiones de agua para riego que en realidad hoy abastecen grandes desarrollos habitacionales. Fueron transferidas durante el periodo de privatización de Salinas, cuando el agua dejó de ser un derecho y se convirtió en mercancía”, criticó Sheinbaum.
Más de 260 mil concesiones revisadas
Acompañada por el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales López, la presidenta explicó que ya se han verificado más de 260,000 concesiones a nivel nacional. En muchos casos, dijo Morales, se han detectado usos ilegales del agua, particularmente en estados como Chihuahua, donde ya se han iniciado procesos de regularización y diálogo con los responsables.
“Tenemos conocimiento de una gran cantidad de aprovechamientos ilegales. Ya comenzamos el diálogo con algunos concesionarios para que se regularicen prácticamente todos”, afirmó el titular de Conagua.
Plan México: inversión histórica en infraestructura hídrica
Como parte del llamado Plan México, el gobierno federal anunció una inversión de 122,600 millones de pesos en infraestructura hidráulica durante el sexenio. Solo en 2025 se destinarán 30,885 millones de pesos a 37 proyectos estratégicos, que generarán más de 65,000 empleos directos.
Las obras abarcan desde plantas desaladoras y acueductos, hasta proyectos de saneamiento de ríos y tecnificación del riego, con el objetivo de mejorar el acceso al agua potable y fortalecer la resiliencia climática.
Uno de los programas clave será el de tecnificación de riego, con una inversión de 62,000 millones de pesos para modernizar 240,000 hectáreas agrícolas en 17 distritos del país. Esta medida busca optimizar el uso del agua en el campo y, a su vez, aliviar la presión hídrica en zonas urbanas cercanas.
Además, el programa PROAGUA, enfocado en mejorar el suministro y drenaje en comunidades vulnerables, contará con un presupuesto de 7,700 millones de pesos, consolidando así el compromiso del gobierno con la sostenibilidad y justicia hídrica.