Senadora Claudia Anaya advierte que sin parlamento abierto o mesas de trabajo tripartitas, sería una simulación legislativa.
La senadora Claudia Anaya Mota advirtió que cualquier intento de aprobar en fast track las reformas presidenciales en materia de desaparición forzada, sin la participación de víctimas y colectivos, sería una falta de respeto al trabajo legislativo construido desde 2017.
Ante la posibilidad de que el Senado convoque a un periodo extraordinario para discutir el paquete de reformas propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum, la legisladora priista urgió a que se convoque a un parlamento abierto o, al menos, se instale una mesa tripartita con representación de víctimas, organizaciones civiles, el gobierno federal y el Congreso de la Unión.
Anaya, integrante de la Comisión de Gobernación —encargada de dictaminar las reformas—, subrayó que la actual Ley General en Materia de Desaparición Forzada fue fruto de un proceso incluyente, y que ahora no se puede legislar de espaldas a quienes enfrentan día a día la crisis de desapariciones.
“Sería una tomadura de pelo querer cambiar la ley solo con base en lo que propone el Ejecutivo. Las modificaciones deben surgir de lo que han identificado los colectivos como fallas en la implementación”, advirtió.
Falta de coordinación, uno de los principales vacíos
Una de las principales deficiencias señaladas por las organizaciones, según Anaya, es la falta de articulación entre las comisiones de búsqueda y las fiscalías. Mientras que las comisiones tienen la voluntad de buscar, no cuentan con las facultades legales para realizar diligencias efectivas; en contraste, las fiscalías sí tienen atribuciones, pero muchas veces no actúan.
“Esta falta de sinergia entorpece la localización de personas desaparecidas. Y este tema, por increíble que parezca, no está contemplado en la propuesta de la Presidenta”, puntualizó la senadora.
Participación, clave para una reforma legítima
Anaya reiteró que cualquier reforma que pretenda ser útil y legítima debe construirse con la voz de quienes han dedicado años a buscar a sus familiares. Por ello, insistió en que se convoque a un parlamento abierto o, cuando menos, a un espacio tripartito de trabajo que garantice una revisión seria y consensuada.
“Tenemos que escucharlos para poder hacer un proyecto que sea más adecuado a su necesidad real”, concluyó.