El enfrentamiento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el magnate Ricardo Salinas Pliego ha alcanzado un nuevo nivel de confrontación, con descalificaciones personales por ambas partes. El conflicto se ha agudizado a raíz de disputas legales sobre millonarias deudas en impuestos por parte del Grupo Salinas, que están siendo litigadas en los tribunales, y la revocación de la concesión de un campo de golf en Huatulco, Oaxaca, al empresario.
En su conferencia de prensa, López Obrador criticó el uso que Salinas Pliego hace del espectro radioeléctrico, considerando que se emplea para promover campañas de desinformación y desprestigio contra el Gobierno. El presidente enfatizó la honestidad del personal gubernamental y denunció la utilización de un medio de comunicación concesionado para defender intereses particulares.
El mandatario defendió la libertad de expresión y el derecho a tener puntos de vista divergentes, pero señaló las diferencias ideológicas con Salinas Pliego, destacando su pensamiento conservador. En un tono personal, López Obrador mencionó que mientras a Salinas Pliego le gustan los lujos como los yates, a él le daría pena y vergüenza disfrutar de tales privilegios en un país con tanta desigualdad.
Durante la conferencia, López Obrador mostró un fragmento de una entrevista en la que Salinas Pliego admitía imponer su línea editorial en su grupo mediático, lo que generó un debate sobre la posibilidad de retirarle la concesión. Sin embargo, el presidente descartó esa opción, afirmando que su gobierno no es autoritario ni represor, y enfatizando en la importancia de practicar el amor al prójimo y priorizar valores sobre la acumulación de bienes materiales.