el Puente Nichupté avanza a paso firme con un 78% de obra completada al 27 de abril de 2025, y la gobernadora Mara Lezama no escatima en presumirlo.
Este coloso de 8.8 km, que cruzará la laguna Nichupté, usa tecnología “top down” por primera vez en México y América Latina, una joya de ingeniería que promete no tocar ni un mangle.
El reto es Una caverna subterránea obligó a construir una estructura de 100 metros para esquivarla, porque aquí la naturaleza manda. Con una inversión de 5,580 millones de pesos, el puente tendrá tres carriles—uno reversible—, ciclovía, iluminación moderna y dos entronques.
La promesa: ahorrar 45 minutos de traslado desde la Zona Hotelera al centro de Cancún. Pero no todo es tan brillante: la obra, iniciada bajo López Obrador, debía estar lista en 2024, y ahora apunta a 2026.
La obra generará 10 mil 306 empleos directos y 41,224 indirectos, aunque algunos dudan de esas cifras. Mara Lezama y la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes supervisaron el avance, insisten en que es un ícono ecológico y social.
