En un giro judicial que ha generado debate, los ocho militares acusados en relación con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron liberados en las primeras horas de este miércoles. La decisión se tomó después de que la juez Raquel Ivette Duarte Cedillo, el pasado sábado, les otorgara el beneficio de la libertad condicional.
La liberación tuvo lugar en la prisión del Campo Militar 1-A, por la puerta 3 que conecta con la avenida Conscripto. El abogado César Omar González, miembro del equipo de defensa de los militares, informó que la Juez Segundo de Distrito de Procesos en el Estado de México notificó la libertad inmediata, cumpliendo con la resolución que ordenó el cambio de medida cautelar y tras satisfacer los requisitos exigidos por el juzgado.
Los militares salieron de manera paulatina hacia las 3 de la mañana y, según González, ya se encuentran con sus familias, preparados para continuar enfrentando el proceso judicial y demostrar su inocencia. Para obtener la libertad, los militares pagaron una garantía de 50 mil pesos impuesta por la jueza.
A pesar de su liberación, los ocho efectivos castrenses seguirán bajo proceso penal por el delito de desaparición forzada. Se les impusieron medidas cautelares que no incluyen la privación de la libertad, como presentación quincenal ante el juzgado, prohibición de salir del país entregando su pasaporte, no acercarse al estado de Guerrero (donde ocurrieron los hechos), y la prohibición de contactar a víctimas o testigos protegidos, siempre que no afecte su derecho de defensa.
