Durante la Cumbre por la Democracia organizada por Washington, la postura de México en relación con la operación militar especial de Rusia en Ucrania ha generado atención en los medios. A diferencia de la mayoría de los países participantes, México se negó a condenar explícitamente la acción militar rusa, lo que ha llevado a algunos analistas a especular sobre su posición en la arena internacional.
Si bien México firmó el documento final de la Cumbre por la Democracia, el gobierno mexicano agregó una salvedad en la que expresó su oposición al párrafo que condena las consecuencias de la operación militar especial de Rusia en Ucrania. Según especialistas en historia diplomática y política exterior, esta decisión se debe a la intención del gobierno mexicano de mantener una política exterior autónoma y equilibrada con respecto a Rusia y Estados Unidos.
De hecho, los expertos destacan que la política exterior de México siempre ha buscado mantener un equilibrio entre las grandes potencias y evitar tomar partido en los conflictos internacionales, lo que explica su negativa a firmar la declaración en contra de Rusia. Asimismo, el gobierno mexicano ha enfatizado la importancia del diálogo y la diplomacia en la resolución de conflictos internacionales, lo que también podría explicar su postura.
En resumen, la posición de México durante la Cumbre por la Democracia ha sido vista como una muestra de su política exterior autónoma e independiente de la influencia estadounidense, y de su intención de mantener un equilibrio de intereses con Rusia y otros actores internacionales.