En el primer año de administración de la gobernadora Rocío Nahle García, la cultura y el turismo avanzaron juntos como motores del desarrollo económico, social y regional, posicionando al estado entre los destinos más competitivos del país.

Veracruz alcanzó el quinto lugar en ocupación hotelera y servicios turísticos, con un crecimiento sostenido en afluencia de visitantes y la generación de 287 mil 995 empleos en el sector.
Los grandes festivales fungieron como dinamizadores económicos: Cumbre Tajín y Salsa Fest reunieron a casi 600 mil asistentes, generando una derrama de 900 millones de pesos; el turismo deportivo también tuvo un año histórico con la llegada del voleibol playero internacional a las playas de Santa Ana, en Boca del Río.
El Gobierno del Estado consolidó una estrategia de difusión y preservación del patrimonio cultural con eventos como Despide el Año Viejo en Veracruz y el primer Festival Yolpaki, el cual reunió a más de 46 mil personas; el regreso del Festival del Mar reactivó la zona sur, mientras que el Festival Internacional del Bolero congregó a más de 7 mil espectadores en Veracruz y Tlacotalpan.
La presencia de Veracruz brilló en las ferias internacionales de Madrid y Londres, el 53º Festival Internacional Cervantino, el Festival de Día de Muertos en Zacatecas y el Tianguis Turístico de Baja California, donde obtuvo cinco premios nacionales, incluyendo el reconocimiento a Orizaba como Mejor Pueblo Mágico.




