En la recta final de la elaboración de las iniciativas de reformas constitucionales, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reveló la implementación de un ambicioso plan de austeridad republicana. El propósito principal es financiar las contribuciones gubernamentales destinadas a aumentar las pensiones de los trabajadores, equiparándolas a sus salarios en actividad.
Durante una conferencia, el mandatario sugirió la posibilidad de eliminar algunos organismos autónomos creados en el pasado, argumentando que existen «estructuras improductivas» que podrían ser redirigidas para respaldar las pensiones. Entre ellos, destacó el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, cuyo presupuesto anual asciende a mil millones de pesos.
Con ironía, AMLO cuestionó la utilidad de los organismos de transparencia, invitando a revisar el acuerdo de Coahuila y soltando una carcajada. Anunció una reunión privada para avanzar en las iniciativas, donde participarán abogados y actuarios para realizar las corridas financieras necesarias.
Las propuestas de reformas constitucionales incluyen cambios en la reforma laboral para evitar que el salario mínimo se incremente por debajo de la inflación, reformas al Poder Judicial y ajustes en materia electoral, entre otras.
En relación con las pensiones, AMLO destacó la anomalía de que solo trabajadores y empresarios aportan, mientras el gobierno no contribuye. La iniciativa busca corregir esta desigualdad, permitiendo que el gobierno realice aportaciones graduales para garantizar que los jubilados reciban un monto equivalente a su último salario como trabajador activo.
El presidente subrayó que el financiamiento provendrá de un programa de austeridad, reiterando su compromiso con la equidad y justicia social. Anticipó críticas de analistas que malinterpretarán las intenciones del gobierno, negando cualquier intención de apoderarse de los ahorros de los trabajadores. Enfatizó que la reforma busca luchar contra la desigualdad y asegurar que los ciudadanos reciban íntegramente sus pensiones.
Con firmeza, AMLO cerró abordando críticas personales, desmintiendo acusaciones de querer robar los ahorros de los trabajadores y reafirmando su lucha por principios y no por intereses personales. El nuevo plan de austeridad se presenta como una estrategia clave para financiar cambios históricos en el sistema de pensiones y promover una mayor equidad social en México.
