La Unión Europea impondrá desde julio de 2026 un recargo de 3 euros por cada paquete de bajo valor procedente de China, principalmente de plataformas como Shein y Temu, para combatir la competencia desleal.
En 2024, las importaciones chinas de pequeños envíos se duplicaron hasta 4.200 millones de euros (91% del total), aprovechando la exención arancelaria para productos inferiores a 150 euros. Francia lideró la iniciativa, denunciando que estas ventas masivas de artículos baratos y de dudosa calidad dañan al comercio local y vulneran normas ambientales y de seguridad.
El ministro francés Roland Lescure celebró la medida como “corrección necesaria” a un sistema que distorsiona el mercado. La UE eliminará definitivamente estas exenciones en 2028 con un nuevo régimen aduanero.
Aunque busca proteger la industria europea, el arancel genera temores de represalias chinas y de encarecimiento para los consumidores del bloque.




