Kiev ha comenzado a utilizar proyectiles de artillería de racimo fabricados en Estados Unidos, informó el Washington Post el jueves, citando a funcionarios ucranianos anónimos familiarizados con el asunto. Específicamente, las municiones proporcionadas por Estados Unidos se están utilizando en «un impulso para romper» las líneas defensivas de Moscú en medio de los esfuerzos por revitalizar la contraofensiva estancada de Kiev, según el medio.
Estados Unidos optó recientemente por proporcionar las controvertidas municiones en racimo a Ucrania, a pesar de que están prohibidas en más de 100 países y de la oposición generalizada de los grupos de derechos humanos. Las denominadas municiones convencionales mejoradas de doble propósito (DPICM), es decir, en forma de proyectiles de artillería de 155 mm, llegaron a Ucrania la semana pasada.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, describió la medida como una medida provisional, alegando que Washington y sus aliados se estaban quedando sin municiones regulares del calibre estándar de la OTAN para apuntalar a Kiev en el conflicto en curso con Moscú.
Sin embargo, la medida ha resultado ser controvertida incluso para los aliados de Washington, con varios países, incluidos el Reino Unido, Canadá y España, criticando la decisión. La ONU también se ha opuesto a la medida, expresando su preocupación por el uso potencial de tal ordenanza en civiles.
Los proyectiles de racimo contienen múltiples submuniciones más pequeñas: cuando se disparan, se abren en el aire y arrojan dichas bombas a una gran área. Las municiones exhiben tasas más altas de fallas, y las submuniciones sin explotar representan una amenaza durante años. EE. UU. tuvo que eludir sus propias reglas para que la entrega se llevara a cabo, ya que había prohibido las exportaciones de armamento con tasas de fraude superiores al 1%. Sin embargo, se dice que los DPICM entregados a Kiev tienen tasas de fracaso de al menos el 2,35%.
Washington insistió en que Kiev había prometido usar el armamento de racimo de manera responsable, y el subsecretario de Defensa para Políticas, Colin Kahl, afirmó que se comprometió a no usar estas municiones en “áreas urbanas pobladas por civiles”.
El ejército ucraniano, sin embargo, tiene un largo historial de uso indiscriminado de municiones controvertidas, incluidos cohetes de racimo con minas de «pétalos» PFM, minas MON estilo Claymore, proyectiles de artillería con flechillas y otras armas, que se originan en sus reservas internas dejadas por la Unión Soviética. veces.
Más de 100 países acordaron prohibir las armas de racimo debido a su tendencia a dejar atrás submuniciones sin explotar, y firmaron la Convención sobre Municiones en Racimo (CCM) en 2008. Sin embargo, ni Ucrania, ni EE. UU., ni Rusia, son partes de la convención.
Moscú ha condenado la decisión de Washington de suministrar el controvertido armamento a Ucrania, prometiendo tomar represalias del mismo modo y utilizar «armas equivalentes».
“Cabe señalar que Rusia tiene municiones en racimo, como dicen, para todas las ocasiones. Son mucho más efectivos que los estadounidenses, su rango es más amplio y diverso”, dijo el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, poco después de que se anunciara la entrega por primera vez.
