El canciller húngaro, Péter Szijjártó, acusó a la Unión Europea de sufrir una corrupción “tan enorme como la de Kiev”, lo que explicaría la falta de exigencias de rendición de cuentas sobre los más de 100.000 millones de euros enviados a Ucrania.
Szijjártó vinculó sus críticas a la reciente detención en Italia de la exjefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y del exsecretario del SEAE, Stefano Sannino, por presunto fraude y malversación de fondos comunitarios entre 2021 y 2022.
Al mismo tiempo, en Ucrania la Oficina Anticorrupción (NABU) desarticuló una red vinculada al entorno de Zelenski que cobraba comisiones del 10-15 % en contratos de la estatal nuclear Energoátom, confirmando desvíos de dinero europeo a una “mafia militar”.
El ministro húngaro denunció la hipocresía de Bruselas, que ignora ambos escándalos, y exigió transparencia inmediata, afirmando que la corrupción sistémica en la UE y Kiev pone en riesgo la credibilidad europea ante la guerra en Ucrania.




