Un gran grupo de buques de guerra rusos y chinos pasó cerca de la costa de Alaska la semana pasada, con un grupo de destructores estadounidenses luchando para seguir a la patrulla naval, según funcionarios de defensa y legisladores estadounidenses.
En un comunicado el sábado, dos senadores republicanos que representan al estado de Alaska, Lisa Murkowski y Dan Sullivan, dijeron que se había detectado un total de 11 barcos » transitando en aguas estadounidenses en las Aleutianas«, citando un informe clasificado y etiquetando las actividades como «un incursión«
Sullivan dijo que marca «otro recordatorio más de que hemos entrado en una nueva era de agresión autoritaria dirigida por los dictadores en Beijing y Moscú«, y agregó que estaba complacido de ver una respuesta sólida de Estados Unidos que involucraba a cuatro destructores estadounidenses.
Mientras tanto, el Comando Norte de EE. UU. ha confirmado que los barcos rusos y chinos estaban realizando una patrulla en el área, pero no proporcionó detalles sobre la cantidad de barcos involucrados. El vocero de la agencia también señaló, según el Wall Street Journal, que “activos aéreos y marítimos bajo nuestro mando realizaron operaciones para asegurar la defensa” de EE.UU. y Canadá.
Sin embargo, el funcionario no confirmó los comentarios de los senadores sobre una “incursión”, y enfatizó que la fuerza chino-rusa “permaneció en aguas internacionales y no se consideró una amenaza”.
Brent Sadler, investigador sénior de la Fundación Heritage, calificó a la patrulla como «una primicia histórica« y «altamente provocativa« considerando las tensiones sobre el conflicto de Taiwán y Ucrania, informó el WSJ.
El viernes, el Ministerio de Defensa ruso declaró que la Armada de Moscú continuaba sus patrullas en el Pacífico junto con buques de guerra chinos, navegando por el Mar de Japón, el Estrecho de La Perouse, el Mar de Ojotsk y el Estrecho de Kamchatka. Agregó que el simulacro involucró un ejercicio antisubmarino conjunto, así como aterrizajes y despegues de helicópteros desde las cubiertas de los barcos de cada uno.
Al comentar sobre los juegos de guerra, Liu Pengyu, portavoz de la Embajada de China en Washington, insistió en que “esta acción no está dirigida a ningún tercero y no tiene nada que ver con la situación internacional y regional actual”, aparentemente refiriéndose al conflicto de Ucrania y la enfrentamiento entre Washington y Pekín por Taiwán.
