El portavoz del Kremlin señaló que el reparto de armas se efectúa «estrictamente de acuerdo con la legislación» y se hace debido a los frecuentes ataques ucranianos contra esta región fronteriza.
Voluntarios de las unidades de defensa territorial de la provincia rusa de Bélgorod, fronteriza de Ucrania, fueron equipados con fusiles de asalto, rifles antidrones y vehículos todoterreno UAZ para mejorar sus capacidades en vista de la situación en la frontera, donde las fuerzas ucranianas lanzan frecuentes ataques de artillería o de drones contra la región.
«Hemos hecho mucho, pero nos queda aún más por hacer. Nuestra tarea no será más fácil. Tenemos 350 kilómetros de línea de contacto con las Fuerzas Armadas de Ucrania. No nos dejan relajarnos, pero haremos frente a todos los problemas. El enemigo debe entender con lo que se enfrenta, y debe tener miedo. La situación sigue siendo difícil», declaró el gobernador de la provincia, Viachelsav Gladkov, citado por medios locales.
Por otra parte, el vocero del Kremlin hizo hincapié en la necesidad de asegurar que el reparto de armas no desemboque en que estas caigan en «manos ajenas». «Las armas siempre están bajo control. Todos los mecanismos correspondientes deben realizarse y preverse cuidadosamente. No cabe duda de que es así», sintetizó Peskov.