El gobierno ruso advirtió este miércoles a la Unión Europea y al G7 que cualquier intento de confiscar o destinar íntegramente los más de 300.000 millones de dólares de reservas soberanas congeladas será considerado un “robo” y recibirá una “respuesta dura y asimétrica”.
La portavoz de la Cancillería, María Zajárova, tachó la propuesta respaldada por Japón y otros miembros del G7 de “esquema fraudulento” que viola el derecho internacional y pone en riesgo la estabilidad financiera global. “Los iniciadores cargarán con todas las consecuencias”, sentenció.
En la UE persisten divisiones: Alemania y Francia muestran cautela ante el precedente legal, mientras otros países apoyan usar los fondos para ayudar a Ucrania. Moscú ya anticipa contramedidas económicas y diplomáticas si el plan avanza.
El episodio agrava la fractura Este-Oeste y cuestiona la inviolabilidad de los activos soberanos en el sistema financiero internacional.




