Washington. Fomentar un «diálogo abierto», incluso con el dirigente venezolano Nicolás Maduro, e «interactuar» con Estados Unidos son algunas de las prioridades de Albert Ramdin, el canciller de Surinam elegido secretario general de la OEA para los próximos cinco años.
El diplomático de carrera se convertirá a partir del 25 de mayo, cuando concluye el mandato de Luis Almagro, en el primer caribeño a la cabeza de la Organización de los Estados Americanos, creada en 1948.
Sobre la administración Trump, Ramdin comentó: «Tienen una visión diferente con respecto al multilateralismo», reconoció en rueda de prensa.
Algunos países le han pedido que no se quede de brazos cruzados ante la situación en Venezuela, que el embajador argentino ante la OEA, Carlos Cherniak, consideró «particularmente alarmante».
«Nunca se debe hacer la vista gorda» ante la «tiranía», recalcó Michael Kozak, un alto cargo del Departamento de Estado, quien ha dejado muy claras las prioridades de Trump, enzarzado en una cruzada contra la inmigración ilegal y los cárteles de la droga.
La canciller de Brasil, Maria Laura da Rocha, fue implacable en su crítica a la gestión de Almagro. En vez de «resguardar la independencia y los canales de comunicación» se ha «tomado partido en disputas internas generando el efecto contrario al pretendido», con lo que la OEA «perdió legitimidad».