El presidente Gustavo Petro presentó tres propuestas para destrabar las tensiones con Estados Unidos por el tráfico de drogas.
Primero, legalizar el cultivo de hoja de coca en territorios indígenas para usos tradicionales y medicinales, reduciendo economías ilícitas.
Segundo, crear una alianza con empresas estadounidenses para industrializar la coca en productos farmacéuticos y cosméticos, generando empleo legal.
Tercero, erradicar 100.000 hectáreas en tres años mediante sustitución voluntaria con incentivos compartidos.
Estas ideas responden a críticas de Washington a la «paz total» y buscan una cooperación integral contra el narco.
