El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha pedido el cese inmediato de las compras gubernamentales de vacunas contra la Covid-19, citando un informe reciente que encontró que las inyecciones de ARNm contienen niveles extremadamente altos de ADN y sustancias que no fueron reveladas por el fabricante.
Bratislava consideró inicialmente prohibir por completo las vacunas cuando una comisión dirigida por Peter Kotlar, médico ortopedista y miembro del gobernante Partido Nacional Eslovaco, publicó un informe en octubre en el que afirmaba que las inyecciones de ARNm alteran el ADN humano, no han sido probadas adecuadamente y, por lo tanto, no deberían administrarse hasta que se demuestre que son seguras.
Kotlar también ha descrito la pandemia de Covid-19 como un “acto de bioterrorismo” y una “operación fabricada”, y ha acusado a los fabricantes de vacunas Moderna y Pfizer de convertir a las personas vacunadas en “organismos genéticamente modificados”.
Sin embargo, su informe fue recibido con gran rechazo por los partidos de la oposición, así como por la exministra de Salud eslovaca Zuzana Dolinkova, quien cuestionó la cualificación de Kotlar respecto al tema. Posteriormente, renunció a su cargo ese mismo mes, alegando el respaldo del gobierno a un antivacunas y la insuficiente priorización de la atención médica.
En una publicación en X el miércoles, Fico publicó un video en el que afirmó que ignorar las conclusiones de la comisión dirigida por Kotlar sobre la calidad de las vacunas contra la Covid-19 sería “extremadamente irresponsable”.
Fico señaló que en marzo ordenó al Ministerio de Salud establecer un grupo de trabajo para abordar las conclusiones del informe experto presentado por Kotlar, pero reconoció que esto podría no producir resultados con la suficiente rapidez.
El primer ministro dijo que intentaría resolver el problema en «un plazo razonable» y propondría durante una próxima reunión del gobierno que, además del grupo de trabajo, también se solicitaría a la Academia Eslovaca de Ciencias (SAV) que realice un análisis cuantitativo de la presencia de ADN y otras sustancias en las vacunas.
Fico también sugirió que el gobierno informe a la población sobre los graves hallazgos relacionados con las vacunas. «Aunque las tasas de vacunación contra la COVID-19 son extremadamente bajas, la población merece esta advertencia», afirmó.
El primer ministro propuso además que Eslovaquia suspenda la compra de vacunas adicionales del fabricante no especificado, algo que está obligado a hacer según un contrato firmado por el gobierno anterior en 2023.
Se espera que Bratislava adquiera cerca de 300.000 dosis de vacunas contra la COVID-19 entre 2025 y 2026, cuyo coste se estima en unos 6,6 millones de dólares, dijo Fico, subrayando que «hasta que no se entreguen los resultados del análisis cuantitativo adicional, el gobierno no debe adquirir más vacunas de este fabricante ni pagarlas».