La Guardia Revolucionaria de Irán abordó y confiscó este viernes un petrolero extranjero con seis millones de litros de diésel de contrabando en aguas del Golfo de Omán, según medios estatales iraníes.
La operación ocurre 48 horas después de que la Marina de EE.UU. interceptara en el Caribe un buque con crudo iraní destinado a Venezuela, acción calificada por Teherán como “piratería” y “robo imperialista”.
Irán vincula directamente ambos incidentes y advierte que responderá a cualquier violación de sus regulaciones marítimas. Analistas interpretan la incautación como medida de represalia en medio de la guerra económica desatada por las sanciones estadounidenses.
La tensión en esta ruta clave para el comercio petrolero mundial mantiene en alerta a la ONU y la UE, que temen nuevas interrupciones en el suministro energético global.




