La Cancillería iraní condenó enérgicamente la declaración del G7, emitida tras su cumbre en Kananaskis, Canadá, calificándola de “infundada” y “unilateral”. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmaeil Baghaei, acusó a los líderes del grupo de ignorar las “realidades” de la región y de emitir juicios sesgados sobre el programa nuclear iraní, que Teherán insiste es pacífico.
El G7 expresó preocupación por el aumento de la actividad nuclear iraní y las tensiones con Israel, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos internacionales. Baghaei rechazó estas demandas, argumentando que las sanciones impuestas por Occidente, lideradas por Estados Unidos, violan el derecho internacional y han obstaculizado el desarrollo económico de Irán. Además, criticó la “hipocresía” de los países del G7, señalando su silencio ante las acciones militares de Israel en la región.
El portavoz instó al G7 a adoptar un enfoque “constructivo” y basado en el diálogo, defendiendo el derecho de Irán a desarrollar tecnología nuclear para fines civiles. La escalada verbal coincide con la abrupta salida del presidente estadounidense, Donald Trump, de la cumbre, motivada por la crisis en Oriente Medio. Analistas advierten que las tensiones podrían complicar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear.
