Irán afirmó estar preparado para restaurar su industria nuclear a plena capacidad en un plazo de tres meses, tras los recientes bombardeos de Estados Unidos a sus instalaciones en Fordo, Natanz e Isfahán, según declaró el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami.
En un comunicado, Eslami minimizó los daños causados por el ataque estadounidense del 22 de junio, bautizado como “Martillo de Medianoche”, asegurando que las infraestructuras clave permanecen operativas. “Nuestra capacidad técnica y científica nos permite recuperar el ritmo rápidamente”, afirmó, destacando que las centrifugadoras avanzadas no fueron afectadas.
El gobierno iraní denunció la acción como una violación del derecho internacional y prometió retaliaciones, aunque no especificó medidas. La comunidad internacional, liderada por la ONU, ha solicitado acceso a las instalaciones para evaluar el impacto, mientras China y Rusia condenaron los bombardeos y pidieron contención.
El ataque, respaldado por Israel, ha intensificado las tensiones en Oriente Medio, complicando las negociaciones sobre el programa nuclear iraní. Analistas advierten que una escalada podría disparar los precios del crudo, que ya cayeron un 3.6% tras un breve alto el fuego.