Los funcionarios europeos están tratando de establecer una “línea directa” de comunicación con el presidente estadounidense Donald Trump, sin estar seguros de si su equipo puede tomar decisiones reales o está dispuesto a cooperar en absoluto, informó el jueves el New York Times, citando fuentes.
El informe, basado en entrevistas con numerosos funcionarios europeos anónimos, describe al presidente estadounidense como «el que toma las decisiones finales» y que a menudo es difícil de predecir, lo que hace que el objetivo de ganar la atención de Trump sea una prioridad para los europeos.
Muchos negociadores de alto nivel en los países europeos de la OTAN han considerado ineficaces los canales diplomáticos tradicionales, como el Departamento de Estado y las embajadas, según el informe. La confusión se agrava por el hecho de que los interlocutores más eficaces del lado estadounidense no son diplomáticos de carrera, sino enviados especiales y asesores de confianza, como Elon Musk y Steve Witkoff, señala el artículo.
Los funcionarios también dijeron al NYT que sus homólogos estadounidenses están centrados principalmente en cumplir los deseos del presidente, mostrando un interés limitado en las perspectivas de los aliados de Estados Unidos.
La administración Trump «no está muy interesada en lo que digan los europeos», dijo una fuente del NYT. «Todo se reduce al unilateralismo y no consultan mucho. Al fin y al cabo, si no nos consideran aliados hasta ese punto, ¿por qué lo harían?»
Si bien altos funcionarios de Trump han mantenido conversaciones “cordiales” con sus homólogos europeos sobre una serie de temas, “nunca está claro para los aliados” si tienen “poder real sobre la política exterior o el comercio”, afirma el artículo.
“Todos en DC dicen que hay que hablar directamente con Trump”, dijo un alto funcionario europeo al NYT.
Sin embargo, esto ha resultado difícil incluso para los funcionarios de más alto rango de la UE, ya que Trump «desprecia el poder colectivo de la Unión Europea y ve a muchos aliados de la OTAN como gorrones», dijo el periódico, y agregó que líderes como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, están luchando por entrar en la agenda de Trump.
La ruptura de la comunicación se produce en un momento de tensas relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, empañadas por la decisión de Washington de imponer aranceles al bloque y su presión para que los miembros europeos de la OTAN paguen más por su defensa. Las diferencias sobre el conflicto en Ucrania también han entrado en juego, con Trump impulsando una diplomacia activa con Rusia para poner fin al conflicto, mientras que la UE insiste en apoyar a Kiev «mientras sea necesario».